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Las empresas automovilísticas se ven empujadas a comprar minas

El precio del litio se ha disparado de forma notable en la última década. Así, mientras que una tonelada costaba 4.450 dólares (4.202 euros) en el año 2012, en 2022 ha pasado a los 78.032 dólares (73.696 euros). Una subida exponencial que, unida a su escasez está llevando a las empresas automovilísticas a adentrarse directamente en el mercado de diferentes maneras. De hecho, Tesla ya ha dejado abierta la puerta a esta posibilidad, aunque no es la única.

Elon Musk ha sido el primero en dar la voz de alarma a través de su cuenta de Twitter. El empresario aseguraba lo siguiente: "¡El precio del litio ha llegado a niveles de locura! Tesla podría tener que adentrarse en la minería y la refinación directamente, a menos que mejoren los costos. No hay escasez del elemento en sí, ya que el litio se encuentra en casi todas partes de la Tierra, pero el ritmo de extracción/refinamiento es lento". Aunque, por el momento Tesla no ha anunciado nada de manera oficial, en 2021 patentó un nuevo sistema de extracción del mineral. Mientras tanto, ha llegado a un acuerdo con Ganfeng Lithium, el mayor suministrador mundial de Litio, para garantizarse el suministro.

Otra de los voces autorizadas que ya ha manifestado en más de una ocasión que con el actual litio no se satisface la demanda es Joe Lowry, que es conocido como Mr.Litio. Este empresario lleva más de una década advirtiendo que falta inversión en este sector. Y es que simplemente falta poner en cuanto a extracción y refinación, porque litio hay de sobra.

Lowry ha concedido una entrevista a Bloomberg en la que vuelve a quejarse sobre la oferta y la demanda de este metal esencial para los coches eléctricos. "En los próximos dos años, aunque habrá un crecimiento significativo de la oferta, será menor que la demanda, por lo que la brecha seguirá creciendo", ha vaticinado.

Estados Unidos tiene previsto aumentar la producción nacional de litio en un futuro próximo, pero actualmente produce menos del 2% de la oferta mundial. En este sentido, la mayoría de las minas y reservas de litio se encuentran en Sudamérica en países como Bolivia así como Australia. Por otra parte, China controla en gran medida las cadenas de suministro mundiales.

Volkswagen se está moviendo dentro del mercado, además de anunciar un acuerdo con Vulcan Energy para comprar litio, se ha aliado con Umicore y 24M Technologies para fabricar baterías. Además, instalará una planta en Sagunto (Valencia) para fabricar baterías de litio para sus vehículos eléctricos. Mientras, General Motors o BMW están invirtiendo en la extracción de litio tanto en California como en Argentina.

Si bien, todavía ninguna de estas grandes compañías ha dado el paso de comprar minas y empezar a extraer el mineral de forma directa, la puerta queda entreabierta después del mensaje de Musk y de las apuestas de otras empresas por la inversión, a través de terceros, en este mercado. Y es que, el principal problema por el que no hacen esto es por el tiempo que conllevaría y el alto coste. Supondría un fuerte desembolso y varios años de espera para poder comenzar a extraer las cantidades de litio requeridas para cubrir la demanda.

El sector ve con preocupación lo que está ocurriendo con el litio, aunque no es el único metal que se emplea en la fabricación de vehículos eléctricos que ha escaseado durante este año. El níquel es otro de ellos.

Este material es uno de los componentes fundamentales de la mayoría de las baterías de iones de litio. Como ocurre con el litio también está por las nubes. Además, se ha visto afectado especialmente por la guerra en Ucrania ya que Rusia fue uno de los principales productores del metal en 2021 mientras que Ucrania tiene una gran reserva.

Fuente información: www.libremercado.com

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