Los negocios deben ser capaces de adaptarse de forma rápida y eficiente a las necesidades del mercado. Tal y como indica el artículo de Forbes, las empresas que son realmente ágiles son las que están devorando el mundo.

¿En qué consiste la metodología Agile?

La metodología Agile es una fórmula para el desarrollo de proyectos que necesitan rapidez y flexibilidad para adecuarse a las necesidades del entorno, y siempre está enfocada a mejorar resultados.

¿Por qué utilizar Agile?

1. Proyectos orientados a la consecución de objetivos.

Los proyectos se gestionan por etapas de desarrollo, conocidos como sprints, cada uno es un objetivo real y tangible a alcanzar. Después de cada sprint, se realiza una retrospectiva para evaluar el trabajo actual, se investiga qué puntos de mejora hay que aplicar para el siguiente sprint y de esta forma conseguir un mejor resultado en pequeños pero eficaces pasos. Esta división por etapas del proyecto también proporciona un alto nivel de flexibilidad.

2. Trabajo en equipo equivale a mejores resultados.

La división del trabajo se hace mediante equipos multidisciplinarios. Este formato garantiza que los integrantes se refuercen y complementen entre sí. Los equipos Agile se organizan y gestionan de manera autónoma, por lo que tienen autoridad sobre sus decisiones. Esto crea una atmosfera de colaboración y gestión en equipo, cuyo resultado es un entorno unido y flexible.

En la metodología agile, es importante contar con un Product Owner en cada equipo. Este se encargará de recoger las ideas, supervisar el progreso y realizar ajustes cuando es necesario. En definitiva, el punto de referencia respecto al objetivo final a alcanzar.

3. Mejora de la productividad y reducción de costes.

Esta metodología de gestión en la que los proyectos se «trocean» en partes y la interacción entre las personas es constante, mejora la productividad. Una empresa es más productiva cuando es capaz de agilizar los procesos, a la vez que esta gestión elimina prácticamente la posibilidad de fracasar en los proyectos, ya que los errores se van identificando a lo largo del desarrollo del proyecto en lugar de esperar a llegar a los resultados finales cuando ya toda la inversión se ha realizado.

Para aplicar la metodología agile con éxito en las empresas es vital cambiar la forma de trabajar y de hacer las cosas. Muchas transiciones Agile fracasan por centrarse en solo una de las variantes. Trabajar con la metodología agile requieren un esfuerzo y de darle otro enfoque al trabajo existente.

En resumen: el mundo sigue cambiando. Por tanto las empresas tienes que adaptarse a las nuevas metodologías para sobrevivir. ¿Preparados para el futuro?