En el mundo hay aproximadamente 4.950 millones de personas con conexión a Internet y de ellas, cerca de 4.700 millones usan las redes sociales. Esto representa que el 93,6% de la población internauta utiliza redes sociales.

Los porcentajes por continentes del uso de redes sociales son:

• Europa con alrededor de un 85% de los internautas.
• Los países de Europa central y occidental (incluyendo España) le siguen con un 84%
• América del Norte cuenta con una penetración del 82%.
• América Latina tiene un uso del 79%
• Sur de Asia un 72%
• Los países centroafricanos y de África oriental son los que hacen un menor uso de redes sociales en el mundo con un 10% y 8% respectivamente.

Este es de los mayores cambios que se han visto en años de cómo ha ido cambiado del comportamiento de los usuarios en la utilización de las redes sociales.

A raíz de esto, los usuarios se están volviendo cada vez más exigentes en el uso de estas tecnologías ya que están priorizando la verdadera calidad de sus experiencias por encima de la cantidad.

Los usuarios cada vez pasan más tiempo usando las redes sociales y el número global de los usuarios continúa creciendo. A la vez que el porcentaje de las compras que se realizan online siguen creciendo exponencialmente.

Hemos entrado en la era en la que los consumidores están a cargo de nuestra marca, porque ahora para que tu marca sobreviva tendrás que escuchar a los consumidores y responder a sus demandas.

Las redes sociales se han convertido en la mayor fuente de “Big Data” social del mundo, es decir en la principal fuente de información para realizar análisis predictivos de conductas y tendencias sociales.

El uso y el análisis de esta data no tiene límites. Desde estudios de mercado y desarrollo de nuevos productos hasta la evaluación de riesgos de negocio y anticipación a nuevas amenazas basadas en servicios de “Ciber Inteligencia” prestados por empresas de servicios especializados.

De esta forma la adopción empresarial de la utilización de las redes sociales ha pasado de tener un carácter opcional y recomendable a ser imprescindible y obligatoria, y es que no pueden ser ignoradas por todas aquellas empresas preocupadas por su evolución y supervivencia en los contextos de adaptación y transformación digital actuales.